PESE A QUE YA TRASCENDIERON VARIOS NOMBRES, EL PRESIDENTE ELECTO SE NIEGA A CONFIRMAR QUIÉNES SERÁN SUS MINISTROS PARA EVITAR QUE SE DESGASTEN ANTES DE ASUMIR
Alberto Fernández define su gabinete: los nombres que tienen un lugar asegurado y la lista de los que están en carrera

En línea en forma diaria con Cristina Kirchner, que se quedará el resto de la semana en Cuba junto con su hija Florencia Kirchner, Fernández avanza en el armado de su gobierno, las prioridades de su gestión y el gabinete. “No puedo hablar”, dice alguien con acceso a información mientras que otra persona asegura, sin que le crean, que el presidente electo no da más pistas que las obvias.
Cada mañana se ve llegar a las oficinas de Puerto Madero a una pareja de economistas maletín en mano: Matías Kulfas y Cecilia Todesca.
No hay dudas de que estarán en el gabinete pero siguen en carrera otros nombres como Guillermo Nielsen y Roberto Lavagna. Para Justicia se puntea a Marcela Losardo; para Seguridad a Diego Gorgal; para Desarrollo a Daniel Arroyo (que tendría muchos pedidos para los cargos por debajo del de ministro); para Trabajo mencionan a Claudio Moroni aunque no se lo vio en ninguna actividad vinculada con el tema en la que haya estado Fernández; para Salud se habla de Ginés González García o alguien de su staff; para Cultura el cineasta Tristán Bauer y para Educación, Nicolás Trotta.
En Diversidad de géneros y Mujer hay todavía tres nombres: Victoria Donda, Dora Barrancos y Malena Galmarini. Deportes y Turismo tienen muchos aspirantes, desde Facundo Moyano que hace fuerza en su propio nombre (y su padre Hugo también pide por él) a Daniel Scioli que no quiere irse del país y prefiere evitar una embajada para quedarse en la política cotidiana en Argentina. Se menciona al juez Daniel Rafecas para la Procuración y se desmiente que haya una ampliación de la Corte.
El intendente Gabriel Katopodis podría ir a Producción aunque también podría ser un puesto para Kulfas y tiene lugar asegurado María Eugenia Bielsa como futura ministra de la Vivienda. Otros nombres que rondan distintas áreas sensibles son Alberto Iribarne, Julio Vitovello, Gabriel Fuks y Leandro Santoro. “Hay que mirar adónde va Florencio Randazzo”, avisa un viejo amigo albertista que espera esa señal para imaginar cómo se mueven el resto de las piezas.
Sin embargo, la lista de los que pasan por Puerto Madero es más corta. En el mismo piso tienen oficinas quienes ya parecen ocupar cargo fijo: Santiago Cafiero que se ocupa de toda la agenda; Gustavo Béliz que prepara la estructura del Estado junto con Vilma Ibarra; su amigo Juan Manuel Olmos, un operador todo terreno y con vínculos en el Poder Judicial pero también a cargo de cuestiones operativas; Eduardo ‘Wado’ de Pedro que no ocupa un espacio físico pero suele estar en reuniones importantes y el productor Francisco ‘Pancho’ Meritello que desembarcó en las oficinas y ‘suena’ para ocupar algún lugar en el Sistema Federal de Medios.
Con Axel Kicillof también habla Fernández en forma permanente aunque el gobernador electo está abocado a su armado en línea con Máximo Kirchner y De Pedro y con un grupo grande de intendentes del Conurbano bonaerense liderados por Martín Insaurralde. Incluso habría recibido señales desde los que pasarán a ser oposición.
Parte de los números de la gestión los tienen los técnicos de Alberto Fernández en el proyecto de ley de Presupuesto que ya fue ingresado al Congreso de la Nación, enviado en tiempo y forma por el ministro de Hacienda Hernán Lacunza. El Frente de Todos buscará acuerdos y modificaciones para votarlo después del 10 de diciembre, mes en el que apuntará a darle forma al Consejo Económico y Social y el Consejo de Seguridad para atender los temas más urgentes. Comanda el operativo Sergio Massa que también avanza en el diálogo con los diputados actuales y los que jurarán dentro de algunos días: en las mismas charlas tiene que cerrar acuerdos sobre quién estará al frente del Interbloque del Frente de Todos. A todos los citaron para dentro de una semana y media.
En el Senado los gobernadores resisten con sus representantes. Prefieren mantener dos bloques antes que quedar bajo la presidencia de una kirchnerista como Anabel Fernández Sagasti. Es una de las versiones. Que ella reemplace a Marcelo Fuentes y que el cordobés Carlos Caserio se mantenga en el lugar que ocupó desde el paso al costado de Miguel Pichetto.
El otro escenario posible es que la Vicepresidenta haga un gesto por la unidad como aquel 18 de mayo en que eligió a Alberto Fernández como número uno y se corrió. En tal caso, si ella pide a su bloque un ‘renunciamiento’, Caserio tendría allanado el camino para presidir el bloque unificado con respaldo de los gobernadores que a su vez garantizarán la gobernabilidad a Fernández. CFK entonces nombraría la línea sucesoria: tiene para elegir entre la ex candidata a gobernadora mendocina Fernández Sagasti y Oscar Parrilli, su fiel ex secretario electo en octubre como senador nacional por Neuquén. El único escenario inviable sería el que pone a Caserio como vice del Senado. Ni él ni los gobernadores aceptarían esa posibilidad. Tal vez de algo de eso hayan hablado Fernández y el tucumano Juan Manzur en la reunión que mantuvieron esta semana.
Este, como algunos temas clave, se empezarán a definir cuando el fin de semana regrese la Vicepresidenta electa. También la posibilidad de que Carlos Zannini, el ex Secretario General que es funcionario en Santa Cruz tras salir en libertad, se convierta en el Secretario Administrativo del Senado.