SE TRATA DEL SUBCOMISARIO DIEGO MOSCHETTO, QUE DESDE ENERO PASADO SE DESEMPEÑABA EN LA SECCIONAL 51° DE BELGRANO; LE DENEGARON LA EXCARCELACIÓN A ANTONIO CHIARADIA, DUEÑO DEL PROSTÍBULO


Cayó otro jefe policial por corrupción y protección del cabaret «Pampita»

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Los presuntos hechos de corrupción de autoridades de la comisaría 51° y la supuesta protección al cabaret «´Pampita», en Belgrano, derivó en la detención de otro jefe policial.

Se trata del subcomisario Diego Moschetto, que fue detenido por orden del juez de instrucción porteño Alberto Baños. La causa, investigación a cargo del fiscal José María Campagnoli, ya tiene siete sospechosos apresados.

Moschetto se sumó al comisario Héctor Palacio, el subcomisario Leonardo Avallay, el cabo primero Gonzalo Orbe Carmona, el escribiente Pedro Cataldo, el ayudante Gabriel Nieves, todos uniformados que se desempeñaban en la seccional 51a., situada en Artilleros al 2000.

Moschetto y Avallay habían sido designados en la seccional de Belgrano en enero pasado, cuando las comisarías ya habían pasado a depender del gobierno porteño.

Además de los policiales, también están presos el dueño del cabaret «Pampita», Antonio Chiaradia, y un empleado de su máxima confianza: José Daguerre.

En las últimas horas el juez Baños rechazó el pedido de excarcelación presentado por las defensas de Chiaradia y Daguerre. La causa ahora está en secreto de sumario.

«Se ha probado en la causa que el prostíbulo «Pampita» funciona bajo el amparo y con la protección de las más altas autoridades de la seccional 51»; protección que consistiría en hacer la vista gorda ante los delitos y demás irregularidades que allí se llevan a cabo a diario a pesar de que están en pleno de conocimiento de que suceden, como así también a dar aviso previo a realizar una inspección o hasta intentar encubrir y desviar las investigaciones en las que pudieren hallarse involucrados los dueños o explotadores del lugar», sostuvo Campagnoli en el dictamen donde pidió la detención de los imputados.

En seis años Campagnoli y su equipo de colaboradores investigaron por hechos de corrupción a las tres comisarías que están en la jurisdicción de su fiscalía. En 2010 fue el turno de la seccional 49a., con jurisdicción en el barrio de Villa Urquiza, causa que terminó en 2012 con una sentencia del Tribunal Oral en lo Federal (TOF) N° 6, que condenó a ocho uniformados por hechos de corrupción.

Campagnoli, además, maneja la causa de la seccional 35°, expediente que ya tiene cuatro policías detenidos y un prófugos, el comisario Norberto Villarreal.

Como sucedió en las investigaciones por corrupción de las comisarías 49° y 35°, la presunta asociación ilícita de la seccional 51° tenía otros mecanismos de hacer caja. «Se puede sostener que otra de las formas de recaudación ilegal de dinero, cuyo jefe sería Palacio, constituye el cobro de un determinado canon por brindar protección exclusiva a los restaurantes y comercios de la zona. Es decir que, por fuera de las vías legales, se conmina a los comerciantes a aportar una suma de dinero impuesta por la comisaría para tener un policía apostado en la entrada del lugar en horarios de atención del público», según se expresa en el dictamen del fiscal.