UN FEMICIDIO OCURRIDO EN GUERNICA CONTRA UNA JOVEN DE EL PATO


Salomé Pereyra observa de cerca el caso de Sandra Mercado

Salomé Pereyra de la subsecretaría de Mujeres y Genero Municipal sigue de cerca el caso de Sandra Lorena Mercado, vecina de El Pato que oportunamente fue asesinada por su pareja en Guernica. Cuatro años después del femicidio el caso llego a juicio. El mismo se esta llevando a cabo en La Plata.

Sandra fue asesinada en el 2020 durante la pandemia, en agosto, en la ciudad de Guernica. Vecina de El Pato poco tiempo antes de ser asesinada decidió mudarse a Guernica con su pareja. Un crimen atroz.

“Fue el primer femicidio que nos tocó atravesar, acompañar desde que comenzamos con el área de Mujeres y Género en el municipio- precisó Pereyra- hoy el caso llegó a juicio y lo estamos siguiendo muy de cerca. Luego de ser asesinada comenzamos a acompañar a Cintia y a Edgar que son sus papas y viven en El Pato. Sandra fue asesinada en forma mecánica, el agresor luego la coloca en una bolsa de arpillera y la tira en una zanja, a cuatro cuadras de la casa. Edgar Martínez -Martínez es paraguayo y era la pareja de la joven. En un principio había dicho que la dejo en la parada de colectivos y decía que le pudieron haber robado, después todas las pruebas estaban contra él”.

Hoy sus defensores están intentando sacar, para mitigar los años de cárcel, y excluir de la sentencia final años alegando que no había violencia previa en la pareja.

“Lo que queremos es que tenga la sentencia por femicidio  como corresponde. Lo que no entendemos es porque es necesario demostrar que hubo violencia, todos nos preguntamos si no alcanza con saber que la mato, ya tenía maltrato hacía ella desde hacía tiempo, era celoso, no la dejaba ponerse linda, no quería que se pinte, y solo tenían un celular y ella se manejaba con el de él, todas son claras señales de violencia” aclaró Pereyra.

“No vamos a discriminar, pero lo que vimos es que hay una cultura muy retrograda hacia las mujeres. Muchas cosas están naturalizadas y todavía no se comprenden.  Todo eso tiene que ver con la violencia, que no es solo un golpe. Hay violencia verbal, simbólica, como por ejemplo, sos una gorda, una porquería. Muchas veces hay cosas que no son registradas por una mujer pero van pasando de tono.

Sandra esperaba separarse pero no lo hacía por miedo. El decía que fue un motochorro el que la asesino porque él la dejo en la parada, luego se  hace un operativo y se descubre todo. Lo mas horroroso es todo lo que queda alrededor, su familia, sobre todo cuando hay criaturas chicas en el medio”.

Pereyra admitió que lograron crear un vínculo con la familia desde que se conoció el caso, “y nunca le soltamos la mano, como corresponde. La semana que viene se leerán los alegatos y se determinará la sentencia final. El después es una tarea muy fuerte donde tuvimos al área de Mujeres de provincia presentes  y las del ministerio de Justicia, quienes nos ayudaron a gestionar la tutela de los abuelos con la nena, todo un enorme trabajo que se hizo y se continua. La nena esta con los abuelos maternos en El Pato tratando de sanar su vida ahí”.

“Cintia, la mamá, en medio de tanto dolor, un día me llamo y me pidió ayuda para poner un comedor que llamo Mi Angel, porque vió que había muchas necesidades en el barrio. Eso le dio mucha calma a su corazón, el poder ayudar a tantos chicos que la estaban pasando mal” contó la funcionaria.

“En estos cuatro años tuvimos cinco femicidios, todos pasaron por la subsecretaría y estamos acompañando a los familiares de las víctimas. El ultimo fue el de María Luisa Muñoz de barrio Argentina, en febrero de este año. El femicida la apuñaló 24 veces en el baño de la casa donde quedaron cuatro niños que hoy están con su abuela Alejandra” describió y enfatizó que “hoy el principal problema que tenemos es la falta de recursos. Con el cierre del ministerio de la Mujer de nación hoy nos tuvimos que adaptar a las nuevas modificaciones que impuso el nuevo presidente. Esa área nos daba herramientas era ir contra la violencia económica, por ejemplo, que sufren muchas mujeres. El Programa Acompañar otorgaba un acompañamiento económico por seis meses que eran vitales para tomar la decisión de irse del lado del agresor y alquilar un lugarcito. Fue una herramienta muy importante, hoy no podemos asistirlas. Llego a venir una chica de Usuhaia que era de Berazategui y se había ido a vivir ahí, logramos que vuelva porque estaba viviendo una situación terrible. A la vez hemos enviado chicas a El Chaco y otros casos porque teníamos a disposición pasajes. Hoy no hay herramientas y eso genera incertidumbre. Hacemos lo que podemos con lo que tenemos”.