AUNQUE AGÓNICAMENTE, EL NARANJA DERROTÓ 2-0 A LINIERS Y SUMÓ UNA VICTORIA VALIOSA ANTE UN RIVAL DIRECTO POR LA PERMANENCIA.TRIDENTE, A LOS 85 Y MACIEL, A LOS 87 MARCARON LOS GOLES. MÁS DE 3.000 HINCHAS SE ACERCARON HASTA EL ESTADIO CENTENARIO
Un triunfo que vale 6 puntos
Tras la gran victoria conseguida en la primera fecha ante Midland en Libertad, Berazategui llegaba al partido ante el recientemente ascendido Liniers con la imperiosa necesidad de sumar de a tres ya que es uno de sus rivales directos en la lucha por permanecer en la categoría. Pero era carga se vio en cierta manera disminuida ya que Berazategui volvía a jugar después de mucho tiempo ante su público. Aunque no en su estadio sí en cancha de Quilmes. Así, desde el vamos y pese al intenso calor reinante, fue el conjunto de Marcelo Philipp el que salió a buscar el partido ante un Liniers que venía golpeado de una derrota en su debut. Y eso, le jugó en contra ya que se paró muy atrás, pensando más en que su rival no le llegara con profundidad que en ir a buscar el arco de enfrente.
Sin embargo, la primera situación clara de gol del partido tuvo lugar a los 31 y fue para la visita: Sanabria se fue habilitado por izquierda y tras pisar el área sacó un tremendo derechazo que César González logró desviar al córner con su rodilla derecha.
Sobre los 38 respondió el Naranja por intermedio de una gran jugada individual de Landriel que tras dejar un tendal de jugadores en el camino sacó un remate cruzado que se fue a centímetros de la base del palo derecho de Cabrera.
Con el partido a pedir de lo que podía dar Berazategui, a los 44 el que se lo perdió fue Landriel al no poder conectar un balón cuando quedó mano a mano ante el 1 visitante.En el complemento nada cambió ya que seguía siendo el local el que tenía el control del balón a través de un gran trabajo en la mitad de la cancha del «Colo» Zuleta (la figura de la cancha) que se metió el equipo al hombro. Y a su lado ni Santos ni Oltolina desentonaban. Cuando el partido parecía morir sin goles, el Naranja lo liquidó en dos minutos.
A los 85, Zuleta metió un gran centro para la entrada de Tridente que infló la red de Cabrera con un tremendo cabezazo. Y a los 47, el Centenario explotó cuando Maciel sellaba el agónico pero merecido 2-0 que le permitió sumar su segunda victoria al hilo, treparse a la punta y tomar oxígeno en la otra tabla.